EL 66,4% DE LOS DOCENTES PERCIBE UN AUMENTO DE LA VIOLENCIA ESCOLAR
Encuesta a educadores de América Latina.
Casi siete de cada diez docentes -el 66,4 %- consideran que la violencia es un problema que aumenta en las escuelas en las que trabajan y más de la mitad cree que se trata de un fenómeno "grave" o "muy grave", según reveló una encuesta difundida ayer.
Las cifras -que de alguna manera reflejan una situación que se agrava en la sociedad y que se mete también en los colegios- aumentan cuando los educadores explican cómo ven el problema de la violencia en el sistema educativo en general: para el 93%, aumenta día tras día y para el 75,8% es grave o muy grave.
Los maestros consultados afirman que, entre las situaciones de violencia más frecuentes, figuran la provocación verbal entre alumnos (94%), la agresión física (79%), la provocación verbal hacia los maestros (65%), los robos y/o hurtos (63%), el vandalismo hacia los bienes físicos de la escuela (46%) y la discriminación étnica o social (39%). Con menor porcentaje figuran la exhibición de armas de cualquier tipo (12%) y el uso de armas contra otros alumnos o maestros (4 por ciento).
El estudio fue realizado por el portal especializado en educación Nueva Alejandría ( www.nalejandria.com ) a 665 docentes de los niveles inicial, primario y secundario de América latina y España; de ellos, el 76,52% es argentino. La consulta -realizada en noviembre último- se limitó a los 9900 miembros registrados del sitio Web y fue de respuesta voluntaria, vía correo electrónico.
La metodología que se utilizó para el trabajo no permite extender los resultados a todos los docentes, ya que sólo respondieron personas con acceso a una computadora y a Internet; sin embargo, aporta luz sobre una preocupación que se extiende entre educadores y directivos de escuelas.
Cambio de actitud
Un dato para destacar es que, según los docentes, el factor que más influye sobre el comportamiento de los alumnos es la familia (48,52%), la pobreza o la marginalidad (17,42%) y los medios de comunicación (11,51%).
Según los maestros, cuando los chicos son protagonistas de actitudes violentas, los padres se desentienden del problema y no concurren a las convocatorias (37,95%) o culpan al maestro o a la escuela (33,44%).
"Sorprende que los docentes no les echen más la culpa a los medios; es posible que esto haya sucedido porque se vieron obligados a elegir sólo una de varias opciones de respuestas", afirmó Hugo Castellano, director del portal Nueva Alejandría.
Mientras el 87% de los docentes reclama el apoyo de la autoridad y de un reglamento, casi uno de cada cuatro sostiene que su escuela no toma medidas para prevenir la violencia.
Por otro lado, el informe asegura que "muchísimos colegios" impiden deliberadamente que ciertos actos gravísimos trasciendan y tomen estado público. A partir de este "principio" que parece proteger a los alumnos, el estudio indagó sobre qué actitud deberían tomar las escuelas frente a los actos ilegales tales como la amenaza de muerte, la falsificación de firmas, el robo o la agresión violenta. La respuesta: seis de cada diez docentes
dijeron que la Justicia debería intervenir.
"Esto refleja un cambio de actitud en los maestros -señaló Castellano-. Hace diez años nadie hubiera tenido voluntad de que estas cuestiones salieran de la esfera de la escuela."
Según indicó, los docentes "se están asustando" por la gravedad de los problemas. "Antes, el robo era visto como una travesura, pero ahora la gente se alarma más y por eso pide que la Justicia intervenga", dice.
Según el informe, aparentemente las escuelas "no se ocupan de regular sobre los problemas más graves y, menos aún, existe unanimidad en establecer políticas incluso para casos más comunes", como la agresión verbal entre alumnos o las peleas que se dan todos los días.
Mal comportamiento
Al hablar del mal comportamiento más habitual de los estudiantes, los docentes indican que los chicos no estudian
o no hacen la tarea (25%), se agreden entre ellos (23%) y son inquietos o alborotadores (21%).
Apenas un 40% de los docentes dice que las escuelas son coherentes con las políticas que ellas mismas han dictado. Y casi un 34% afirma que "hay una reglamentación pero es muy tolerante o inadecuada". Por otro lado, casi
un 39% afirma que cada maestro debe ocuparse de los casos de indisciplina en los que se ve involucrado.
Por último, los maestros se muestran pesimistas sobre el futuro: el 63% dice que la violencia escolar y la disciplina aumentarán y el 14,46% que seguirá igual.
Los maestros, protagonistas
Los docentes también aportaron una visión sobre su participación en el fenómeno. El 71% señaló como parte del problema que los maestros faltan a clase o llegan tarde repetidas veces. Según señala el estudio, aunque
difícilmente pueda considerarse esto como una incitación a la violencia, esta "muestra de desapego al trabajo y la falta de profesionalismo puede contribuir a la pérdida del respeto y consideración de los alumnos". Por otro
lado, los maestros también indicaron como fallas la agresión verbal a los alumnos (38%) y la discriminación étnica o social hacia los alumnos (15%), entre otras actitudes.
Fuente:
Diario "La Nación". Miércoles 18/12/02.
